miércoles, 11 de abril de 2018

SEMANA SANTA 2018 (Jueves Santo)

Nos adentramos ya en la Semana Santa y los preparativos no cesan. El Miércoles Santo se coloca al Nazareno de la Vera Cruz la corona de espinas que el buen amigo Ramón Gomez Ravazza nos envió el viernes de Dolores desde Málaga y que nuestro hermano Antonio Parraga terminó el trenzado y ajuste a la cabeza del Señor.
Por la tarde nuestro hermano Antonio Parraga colocó la Vera Cruz en el nuevo soporte que iba a portarla, fabricado por él y donado para el mayor lucimiento de la Vera Cruz. El agradecimiento de esta Hermandad por su trabajo y dedicación a este proyecto que con tanta ilusión ha hecho.
Aun no ha amanecido el Jueves Santo cuando volvemos a estar junto al Señor,. En silencio un grupo de hermanas/os colocan el manto de claveles rojos al paso de nuestro Cristo, todos unidos por la Fe hacía este Nazareno que tanto queremos. Momentos de rezo, de pensamientos, de peticiones, de agradecimientos, momentos intensos que también son Semana Santa.
                            
                            
La tarde del Jueves Santo comenzó a las 16:30 en los Oficios en Santa María la Mayor, acompañando a Jesucristo y sus Apóstoles en la última cena. Terminados estos, comenzamos las estaciones, siendo las 17:45 horas cuando nuestra Ilustre Archicofradía inició el desfile, cumpliendo el acuerdo que nuestro Hermano Mayor consiguió en el Cabildo de la Agrupación de Cofradía para ir los primeros del desfile de estaciones y así llegar antes a Santa María la Mayor con la finalidad de poder sacar la Procesión a las 20:00 horas. Gracias a este adelanto en la salida de la Procesión, el Stmo.Cristo Nazareno de la Vera Cruz bajaba la escalinata de la Iglesia de Santa Marina, siendo las 22:00 horas de la noche del Jueves Santo. En la entrada esperaba la familia de nuestra hermana fallecida Encarni Cruz Ramos siendo su hermano Fernando el que tocó la levantá tras unas palabras de la Hermana Mayor en recuerdo de Encarni y de toda las personas enfermas, para que aliviara los duros tratamientos que padecían y los bendijera con la salud que tanto anhelaban.
Fue tal el silencio en el Llano de Santa Marina que cuando la Agrupación Musical Ntro.Padre Jesus Nazareno de Chauchina comenzó a tocar "Caridad del Guadalquivir" la emoción se apoderó de todos los que estábamos junto a las murallas del Castillo contemplando como sus hermanos mecían al Cristo de la Vera Cruz, lentamente al sonido del tambor y del rugido del aire que soplaba en la Almedina.
                        
Comenzó el acto de penitencia de esta Hermandad la Cruz de guía, seguida de sus 14 cruces alineadas en sus estaciones y de la Vera Cruz portada por seis hermanos junto a dos faroles que la presiden iluminando su camino. Continuamos con los hermanos de vela que preceden al trono del Señor que camina tras ellos con olor a incienso, cerrando el cortejo la Agrupación Musical con sus sones.
Cuando la Hermandad bajaba la calzada a la altura de la farmacia se hizo una breve parada a la familia de Encani, inclinando los hermanos de andas el trono del Señor, momento intenso para todos cuando esta familia y amigos comenzaron aplaudir por el gesto que la Hermandad hizo en honor a nuestra hermana fallecida.
                                         
Unos metros más abajo nos esperaba Encarnación Barba con su saeta al Nazareno de la Vera Cruz, otro momento lleno de emociones.
                                                
No podemos dejar de referenciar a los hermanos de andas que ensayaron muchas veces cada una de las cinco marchas que hicieron en el recorrido de toda la Procesión. Esa noche presentaron su trabajo y esfuerzo a todas las personas que vieron y escucharon cada una de esas marchas, emocionando en cada subida y en cada cambio de paso por donde el Nazareno de la Vera Cruz caminaba.
 Finalizamos nuestro acto penitencial con la entrada de nuestro Cristo Nazareno de la Vera Cruz en la Iglesia de Santa Marina siendo las 1:30 de la madrugada del Viernes Santo, una hora antes que los años anteriores. El cuartel repleto de hermanos, familiares, amigos y de la Agrupación Musical que también nos acompañó un ratito en Hermandad.
Terminamos cansados pero felices, comentando todo lo acontecido esa noche, dejando atrás el stress de tantos preparativos y organización. Los momentos en el cuartel de madrugada son espectaculares, recordando todo lo vivido por un grupo de personas que se mueven por la Fe a Cristo, a nuestro Señor de la Vera Cruz. Por ello volvemos a pedirle que nos guíe a lo largo del año que vamos a comenzar para continuar con esta tarea que nos ha encomendado. ¡Viva la Vera Cruz y su Cristo Nazareno!